Érase que se era, un niño de ocho años estaba en Nochevieja reunido con toda su familia. José estaba comiendo hasta que....
Tiró un vaso de vino al suelo. Todos sus familiares le regañaron. José se puso a llorar y se cabreó. José estaba muy furioso. Tiraba todo lo que pillaba; vasos, platos, comida... Los familiares le echaron un buen sermón. Y él se fue a una habitación a que se le pasase el enfado.
Al cabo de veinte minutos, José volvió y... pidió disculpas a todos por haber hecho esa salvajada. José les propuso una cosa y dijo:
-Como os he dejado dejado sin cenar, intentaré hacer algo para que podáis cenar.
Y los familiares respondieron:
-Vale, pero con una condición. Tienes que hacer comida para todos.
José dijo que sí, que se esforzaría todo lo que pudiese.
Después de treinta minutos, José trajo la comida. Trajo: jamón, uvas, vino, carne .....
Al final, toda la familia y José pudieron cenar y hablar más tranquilos.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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