TEA STILTON : MISIÓN FLAMENCO

    Esta historia va del club de Tea que reciben un preciado paquete de Tea, en el que decía que había unos trajes de flamenco. En ese mimo instante, las chicas gritaron al unísono: - ¡Nos vamos a España, Sevilla! 

   Al llegar allí los estaban esperando sus amigos Diana y Joaquín, que los esperaban con las manos abiertas. Cuando llegaron a la casa de Diana y Joaquín, allí se vistieron con los trajes de flamenca que le habían regalado. Se los pusieron. Estaban ¡deslumbrantes! Como era abril y estaban en Sevilla, naturalmente, se fueron a la feria de abril. Mientras paseaban por los pasillos de la feria, le vieron el encanto a la feria y, además, Diana y Joaquín les iban contando su historia cuando, de repente, se encontraron a los Navarro. Los Navarro ¡eran los primos de Diana y Joaquín! Entonces, Diana les saludó, pero los Navarro pasaron de ellos. Joaquín los llevó hasta su caseta, donde encontraron a muchas personas.

  Cuando llegaron había un pequeño escenario. Allí subió Diana y dijo que iban a cantar la canción que habían heredado de sus madres, o sea, de Rosita, su abuela. Sus madres se llevaban fatal y se separaron, y cuando murió Rosita, las hijas decidieron heredar cada una, una cosa. La madre de Diana heredó una canción, los pasos de Rosita, y su abanico. Los Navarro, la escuela.

  Cuando los cantantes y los bailaores empezaron, las chicas del club de Tea contemplaron algo muy importante. El abanico ha desaparecido y muchas personas lo vieron, lo describieron y, en un programa del teléfono de Paulina, lo crearon. De repente reconocieron esa cara, de Juan, un amigo de la familia. Las chicas del club de Tea lo siguieron y lo vieron coger un tren hacia Granada, donde lo encontraron con el abanico. Allí descubrieron que lo cogió para grabarle una cosa en el mango. Entonces, un turista las paró, y de repente, el abanico ya no estaba. Luego, a esa misteriosa turista, se le cayó un papel, que decía que en Córdoba se iban a encontrar.

   Las chicas del club de Tea se fueron a Córdoba, y mientras iban en el tren, a Violet se le ocurrió una idea .........

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