miércoles, 22 de febrero de 2017

LA SONRISA DE MONA RATISA


  Este libro trata sobre Geronimo Stilton, pero también aparecen Tea, Trampita y Benjamín. Os los voy a presentar:

  Geronimo Stilton es un ratón intelectual, al que le encanta la literatura, tanto la que él escribe como la que lee. Es muy miedoso pero a la vez es muy impulsivo. Y le encanta pasar tiempo con su sobrino Benjamín.

 Tea es una ratona muy aventurera e impulsiva. Le gusta viajar, es la enviada especial de "El Eco del Roedor". También es parte de un club, el "Club de Tea", que viven aventuras increíbles. Aquí, en este blog, encontrarás montones de sus aventuras.

 Trampita es un ratón muy bromista. Le chifla asustar a Geronimo con sus "Bromas". También le gustan las aventuras, pero no tanto como a Tea. Le encanta saborear las mil y unas variedades de queso que tiene Geronimo en su casa.

Benjamín es un ratoncillo muy pequeño envuelto por los consejos de su tito Geronimo. Está aprendiendo todo lo que él le enseña, ya que a los dos les gusta estar juntos.

 Bueno, ahora sí que sí, vamos a empezar con esta maravillosa historia:

  Todo empezó un día en casa de Geronimo. Allí las cosas no marchaban según lo previsto. La puerta estaba abierta, el frigorífico estaba abierto y se oyeron unos pasos y era...Trampita que se había colado en casa de Geronimo y estaba comiéndose TODAS las lonchas de queso que Geronimo guardaba, a la vez que se limpiaba el morro con las cortinas del salón. NO solo eran unas lonchas cualquiera, eran las lonchas medievales que Geronimo coleccionaba. Él quería lanzar un grito bien alto, pero como él era un ratón educado, se aguantó las ganas de gritar. Resulta que Trampita estaba allí  porque tenía una noticia super importante que decirle. Y era que el cuadro de la MONA RATISA tenía escondida una segunda capa de pintura y que lo estaban investigando. Geronimo llamó a su hermana, pero a la vez que Tea venía, le acompañó Benjamín. Y mientras llegaban, Trampita se zampó un bocadillo con más de setenta lonchas de distintos quesos. Al llegar Tea y Benjamín se pusieron manos a la obra y lo primero que hicieron fue ir al museo en el que se encontraba el cuadro de la MONA RATISA.

Antes de irse al museo, a Trampita se le ocurrió la maravillosa idea de repartir las ganancias cuando consiguieran todo el dinero por desenmascarar el cuadro. A Geronimo le tocaba un treinta por ciento y a Trampita un setenta por ciento, mientras que a Tea y a Benjamín no le tocaba nada. Cuando estaban a punto de irse, Trampita se acordó de la "Taberna del Buscalíos". Y allí estaba una de las personas que luego, en el museo, iban a tener que preguntar por él. Ya sí, al llegar al museo preguntaron por el ratón de la "Taberna del Buscalíos" que se llamaba Ratolín Pillastre. Tuvieron que subir casi cuatro plantas para llegar al laboratorio. Allí analizaban el cuadro de la MONA RATISA. El cuadro de la MONA RATISA fue pintado en el año mil quinientos cuatro y pintado por Ratonando Da Vinci (Leonardo Da Vinci). En el museo había todo tipo de pinturas, desde clásicas hasta modernas. El amigo de Trampita se puso rojo cuando vio a Tea, ya que estaba enamorado de ella hasta las trancas, pero eso no es importante. Y sin escrúpulos, le pidió un disco que llevaba en el bolsillo del pantalón. Ahí estaba la prueba o la pista de que llevaba debajo el cuadro de la MONA RATISA. Lo agarraron como pudieron y salieron por patas, nunca mejor dicho, porque ellos tienen patas.

 Al llegar a casa otra vez llegaron todos desesperados por leer el disco, pero dentro de él solo había unos onces detalles misteriosos. Lo que pasaba era que cada uno tenía una letra y con las once letras debía formar una palabra. Antes de saber cómo era eso había un acertijo. Decía, en resumen, que debían encontrar once letras para hacer una palabra. El primer monumento que visitaron fue el TROFEO MERCADO DEL PESCADO y allí se encontraba la letra Y ¿Qué podía significar eso?.
Cuando lo fueron a ver se encontraron con Marina Chiela, que se acordaba perfectamente de Trampita, que había pasado por su comedor. El segundo monumento fue LA COPA DE PLATA DEL RATÓN. En ella aparecía la letra H. Misteriosamente resulta que los empleados que estaban vigilando el trofeo dijeron que ayer había venido otro ratón que quería ver lo mismo. Geronimo, Tea, Trampita y Benjamín estaban en duda de quien podía ser, pero no le dieron importancia. El tercer y cuarto monumento fue un sello que llevaba grabada la letra T y la fuente. El cuarto monumento fue la letra B. Todos estos pases se los dio César Pata, un amigo de Trampita que decía que se acordaba mucho de él y que lo echaba de menos. El siguiente monumento estaba en una parque de atracciones en el que trabajaba otro amigo de Trampita. Él les condujo hasta el gato de piedra en el que estaba dibujada la letra R. El siguiente monumento estaba en una tienda de risa llamada EL RATÓN BURLÓN. Nada más entrar, a Geronimo le cayó un gato del techo que lo hizo saltar. Allí les recibió Ratino Risitas. La letra estaba en una serpiente de piedra y estaba grabada la letra L. Pero otra vez le comentaron que el día anterior habían venido. Entonces le empezó a sonar raro a Geronimo. El siguiente monumento no era un monumento, era una corona y llevaba grabada en diamantes la letra A. El siguiente monumento era otra fuente con la letra S en el tintero que sostenía. Lo siguiente era una piscina en forma de..........N que estaba en el gimnasio de Tea, en la que ella entrenaba para sus aventuras. Y el último fue un reloj de sol que tenía la letra U.

 ¿Qué palabra podría formar?. Pensaron todo tipo de palabras y la palabra que lo resumía era LABYRINT...... ¿Quién podía ser la extraña persona que andaba tras la pintura?

  SI QUERÉIS SABER MÁS LEER, ES LO QUE TENÉIS QUE HACER.

    A mí personalmente me ha encantado y se lo recomiendo a la gente que le guste leer y la intriga, porque aunque se resuelva, no se sabe qué pintura hay bajo el cuadro.

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