domingo, 26 de febrero de 2017

¡Salvemos a la ballena blanca!

Esto era un día en el que Geronimo Stilton estaba en su oficina sentado. Estaba con la cola metida en el frigorífico, una  bolsa de hielo entera puesta en la cabeza, con un ventilador puesto al máximo y de repente vino Patty Spring, a la que Geronimo amaba.

Patty Spring se fue al Polo Norte a hacer un documental de pingüinos. Patty se dio cuenta de que Geronimo necesitaba  unas  vacaciones. Geronimo también se dio cuenta. Geronimo vio una foto de su familia en la bahía de las ballenas. Geronimo no sabía cómo explicárselo. Éste encontró la forma de decírselo. Él se lo dijo con todo el miedo del mundo. Patty dijo que sí y Geronimo se puso muy contento.

Geronimo le dijo dónde era y porque era allí, Patty lo aceptó porque sabía que a Geronimo se le iba a a revivir la infancia. Entonces, ese día que se iban, Pandora, la sobrina de Patty, le dijo a ésta que se quería ir con ellos. Geronimo dijo que sí. Entonces éste invitó a su sobrinito preferido, que se llamaba Benjamin. Ya se fueron y mientras, en el coche, Benjamin y Pandora se hicieron buenos amigos.

A Geronimo se le hizo una pesadilla el viaje y si queréis saber qué pasará, coged el libro y a leer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.