viernes, 26 de mayo de 2017

EL RUISEÑOR

El emperador de China era sordo. Por eso no tenía ni idea de cómo era la música. Tampoco sabía que los pájaros cantaban. Un día, su hija la princesa Litay estaba paseando por los jardines de palacio, cuando escuchó el canto de un pájaro que nunca había oído antes.

- ¿Quién eres tú que cantas tan bien?-preguntó la princesa.

- Solo soy un humilde ruiseñor. He venido a verte. Sé que a tu padre le gustan más las aves de colores y de largas plumas, pero estoy seguro de que tú querrás tenerme contigo.

Desde entonces, el ruiseñor estaba siempre con la princesa y le cantaba todos los días. Pero una mañana, el emperador entró en la habitación de su hija y vio al pajarillo posado en el hombro de la princesa. Muy enfadado, le dijo que cómo se atrevía a tener un pájaro tan vulgar. El emperador sacó un pañuelo de seda y espantó al ruiseñor.

Desde que el ruiseñor se fue, Litay entristeció tanto que enfermó. Se encerró en sus habitaciones y se aisló de todo el mundo. De nada servían los regalos de su padre. Ella echaba de menos a su querido amigo el ruiseñor.

El emperador llamó al mejor médico del Imperio que, tras visitar a la princesa, por desgracia no encontró cura. En cambio, le ofreció al rey curarlo de su sordera, pero para ello necesitaría el corazón de un ruiseñor. En seguida encontraron el ruiseñor de Litay. Pero antes de acabar con su vida, el ruiseñor le dijo al rey ............, pero el rey se ..........y la princesa ................


Y SI QUIERES SABER MÁS, COGE EL LIBRO Y A LEER

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.