lunes, 7 de diciembre de 2015

El amor es como el queso

Trata de Geronimo, al que un día toda la gente veía raro con tanto trabajo, ¡cómo no!

Lo llevaron a un crucero por los mares del Sur. Ese mismo día conoció a una ratona que no le gustaba nada llamada Ratonila. Nunca lo dejaba en paz.

En ese mismo instante, se cayó por la borda y fue a parar a una isla desierta.

Todos estaban preocupados, pero al cabo de tres meses volvió, Ratonila se casó y al fín, Geronimo pudo conocer a la chica que le gustaba y...


CASARSE.

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