Hace mucho tiempo, en un lugar que nadie conocía, vivía Laura. Siempre estaba sola porque no había nadie en ese pueblo.

Un día se encontró una pobre mariposa, y le preguntó Laura:
-¿Qué haces tú aquí sola?
- Me he perdido. No encuentro a mis papás- contestó la mariposa.
-¡ Si quieres te puedes quedar conmigo, y mientras, buscamos a tus padres!- exclamó Laura.
-¡Vale, muchas gracias!- respondió la mariposa.

Laura no sabía si con su magia podría encontrar a sus familiares, pero ella lo iba a intentar y dijo:
-¡Yo te voy a conceder un deseo! ¿Cuál quieres?
Y ella, la mariposa, respondió:
-¡Yo desearía volver con mi familia. Con eso me bastaría!-
Muy rápido aparecieron dos mariposas revoloteando por allí, y la mariposa salió corriendo. Eran sus padres
-¡Qué bien, os he encontrado. Ah y gracias a ti, Laura, nunca te olvidaré!-
Y sus padres contestaron a coro: -¡ Gracias, Laura !-
Todos, muy agradecidos, volvieron a casa. A Laura se le había olvidado preguntarle cómo se llamaba a la mariposa, pero no pasa nada porque va a ir a hacerle visitas y así no estaría sola.
Y como dice San Fermín, este cuento llegó a su............
fin
Muy chulo y muy gracioso Marina ja ja ja
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