Érase una vez un equipo de fútbol que estaba en una liga. El equipo de fútbol llamado los futbolísimos.
Este equipo en la liga van los últimos, y, solo faltan tres partidos. Si solo ganaran dos partidos de esos tres. Esos tres equipos son los mejores. Van de los primeros menos uno que va como ellos, como los futbolísimos.
El día de antes del partido, se habían juntado los jugadores y los dos entrenadores. Uno se llamaba Felipe y la entrenadora Alicia.
Estaba en juego el partido entre los Futbolísimos y el Axia. Llegó el fínal del
partido y han perdido.
Los Futbolísimos estaban en el último lugar, pero eran los primeros y era muy difícil que ganaran. Estaba en juego el partido y los futbolísimos estaban atacando e iba a tirar el capitán. Pero antes de tirar, el defensa le agarró y era falta muy clara.
El árbitro se quedó dormido en medio del campo y no se enteraba de nada. Después de un rato, el equipo contrario metió gol y el árbitro, ya despierto, pitó el final del encuentro.
Los futbolísimos bajaron de liga. Pero antes de eso el equipo hizo una promesa, y era que si bajaban de liga, el equipo desaparecería por completo.
Al final bajaron y desde entonces no se supo nada de ellos
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