UN RATÓN EDUCADO NO SE TIRA RATOPEDOS

Un día, en la sala de la casa de Geronimo, estaba sentado tranquilamente leyendo un periódico frente a la chimenea, con una taza de té y un bizcocho con sabor a queso. De repente sonó el teléfono. Era Trampita, el primo de Geronimo Stilton. Geronimo cogió el teléfono y Trampita solo le gritaba, y de repente colgó.

Geronimo llamó a Tea para saber qué pasaba, y ella le contó todo. Un rato más tarde llamó Benjamín, su sobrino, y dijo que su señorita le mandó a hacer una redacción escribiendo algunos buenos modales, y que necesitaba que le ayudase. Geronimo dijo que sí. Unos minutos después llamaron al timbre de su casa. Era Trampita, que venía a contarle lo ocurrido y directamente fue a tirarse al sillón favorito de Geronimo y a poner esos pies malolientes en el cojín de Geronimo. Él ya estaba super enfadado y dijo que un ratón educado no destrozaba la casa de alguien, pero a él le daba igual. Trampita dijo que había ganado un premio y empezó a jugar con un valiosísimo jarrón de la dinastía Ming, pero ya no lo pudo detener porque ya se le cayó al suelo. El premio que decía Trampita era por salvar el valioso cuadro de la Monna Ratisa, y Geronimo estaba muy orgulloso de él.

Geronimo llegaba tarde a trabajar, pero Trampita dijo que si le podía hacer un favor, y ese favor era que........le acompañase a la fiesta que tenía justo esa noche. Geronimo decía que no le iba a dar tiempo, pero después de pensarselo tres veces, dijo que sí.

Un pequeño rato más tarde se fueron a la tienda de "El ratón refinado", donde le compraron el traje a Trampita. Al final, de tanto rato probarse trajes, encontró el que más le gustó. Geronimo se lo regaló por lo orgulloso que estaba de él y se fue a su casa para prepararse. A la hora de la fiesta, Trampita olía fatal y era porque...............al ll.................

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