El cascanueces era listo, simpático, agradable, paciente. Le gustaba mucho leer. Se divertía y jugaba con sus animales.....
Nuestro cascanueces era bajito y regordete. Tenía el pelo largo y rondaba los veinte.......



Al siguiente día se encontró a siete duendes que querían salvarlo y tuvieron una idea. Se subieron uno encima de otro y del susto que se llevó, salió.
Bueno, en verdad no salió, pero se enganchó en una piedra, pilló impulso y ¡SALIÓ! Entonces dijo: -¡Bien, por fin he salido de ese pozo, aunque me gustaba un poco!
Al final se fue con sus animales y comieron perdices y a mí me dieron con los huesos en las narices.
Muy interesante David.
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