domingo, 23 de abril de 2017

UN RATÓN EDUCADO NO SE TIRA RATOPEDOS

   Eran las ocho de la mañana. Geronimo estaba sentado tranquilamente en la sala de su casa, en su sillón favorito, frente a la chimenea, leyendo un periódico, tomando una taza de té aromático al parmesano, comiendo un bizcocho de queso de bola, cuando sonó el teléfono. Era Trampita, el primo de Geronimo, que le chilló en la oreja y le colgó en todos los morros. Fastidioso, llamó a su hermana Tea, que le contó lo ocurrido. En aquel instante sonó otra vez el teléfono. Era Benjamín, su sobrinito preferido. Él le dijo que el día anterior  le había mandado su señorita hacer una redacción de los buenos modales, y Geronimo le dijo que fuera a su casa cuando quisiera.

   Por la puerta de su casa apareció Trampita que llevaba una chaqueta color queso, y que le iba a contar lo que le había pasado. Cuando entró por la puerta de su casa, se tiró a su valiosísimo sofá de estilo imperio, y encima puso los pies encima del cojín de seda preferido de Geronimo. Él, como siempre, le dijo que tuviera mucho cuidado, pero Trampita, sin hacerle ni caso, de un salto se sentó en su sillón favorito ROCOCÓ y ya irritado, Geronimo, le dijo que un ratón educado no destruye la casa y las pertenencias de los demás. Trampita le dijo que había ganado un premio especial.....y empezó a jugar con un jarrón valiosísimo de la dinastía Ming, pero fue demasiado tarde porque lo había tirado al suelo y se había roto en mil pedacitos. Pobre Geronimo, se puso a llorar desesperado. Trampita le dio una carta que le habían dado que ponía: "Esta noche será concedido el premio "Ratón Honorable del Año" al roedor que ayer salvó el cuadro más famoso de Ratonia, la Monna Ratisa, que estaba a punto de ser destruido por las llamas a causa de un cortocircuito...¡ con increíble rapidez de reflejos, el valiente roedor consiguió apagar el incendio! El premio será concedido por la condesa Snobísima de Snob Snobísimus en su castillo, durante una solemne ceremonia"

   Al oír esto, Geronimo se quedó orgulloso de saber que su primo había salvado el cuadro más famoso de Mona Ratisa. Él decía que estaba hecho todo un superhéroe, que era como si hubiera tenido superpoderes, de que era superinteligente, superfascinante, superactivo...etc., etc., etc.

   Sin más, abrió la nevera. Cogió un pastel de queso al parmesano y se lo zampó de un bocado. Geronimo, que estaba delante, le dijo que también tenía un superapetito. Él se zampó un montón de bombones aromáticos al queso. Se bebió sin respirar un trocito de queso caramelizado. Se tragó de un sorbo un tarro entero de helado al tartufo.  Metió la cuchara en un tarro de nata con queso azul, y para acabar, se tragó un mega vaso de batido de gozzarella en un segundo y medio. Para terminar, eructó satisfecho.

   Al rato, Geronimo le preguntó a Trampita que cómo había conseguido apagar el fuego, y él, con un poco de intimidad, le dijo que no se lo dijera a NADIE. Lo que había ocurrido de verdad era que, él no se había dado cuenta de que el cuadro estaba a punto de quemarse, y la naranjada salió disparada fuera, llegó al cuadro y apagó el fuego. Geronimo, le aconsejó que debía ir a unas clases de buenos modales, porque donde tenía que ir para que le dieran el premio iba a estar completo de gente con muy buenos modales y él sería el único sin buenos modales. Después, a velocidad supersónica, lanzó al aire tres naranjas, tiró una ráfaga de bolitas de queso, hizo gárgaras con la naranjada y corrió alrededor de la mesa.

   Geronimo miró de reojo al reloj. Era muy tarde, iba a llegar tarde a la oficina para trabajar, pero Trampita no le dejaba ir, porque decía que le hiciera un favor, y ese favor era que le acompañara a esa fiesta. Geronimo le dijo que no tendría tiempo para ir a esa fiesta, pero al final, Trampita le convenció porque eran todos ratones de morro tieso y él era solo un patán.

   Al instante se fueron a la tienda de "El ratón refinado", donde le comprarían el traje a Trampita. Al final, de tanto rato de probar trajes, encontró al que más le llamó la atención. Geronimo se lo regaló por lo orgulloso que estaba de él y Geronimo se fue a su casa para prepararse. A la hora de la fiesta, Trampita olía un poco mal. Era porque........... Al llegarrrr.............. e hizo ................. pero .......... y .......... luego............


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   Este libro me ha gustado mucho, y hasta viene un manual de buenos modales al final.

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