Cuentan que el chapulín se pasaba todo el día cantando.
En cierta ocasión, como tenía hambre, visitó a la hormiga para pedirle un poco de maíz. Se acercaba la sequía y, ofendida, la hormiga le respondió:
-Si tienes hambre es porque nunca sembraste. Si en vez de andar cantando hubieras trabajado, ahora tendrías qué comer.
El chapulín se alejó cabizbajo. Cada vez estaba más hambriento y no sabía qué hacer. Apenas le quedaban fuerzas y ya no podía ni cantar. ¡Se sentía tan débil!
Entonces se le ocurrió dirigirse al Creador de todos los animales.
-Padre-le dijo-, tengo hambre y la hormiga no me quiere dar ni un poquito de maíz. Es verdad que me he pasado todo el año cantando, pero lo hacía para alegrar a los demás.
El Creador lo miró un momento y luego dijo:
-No te preocupes, chapulín. Desde ahora, cantar será tu trabajo.
Y al instante la lengua del chapulín comenzó a crecer y crecer hasta que se convirtió en un pico largo con el que, desde entonces, cuando hace una pausa y deja de cantar, puede sacar el jugo de los tallos tiernos para alimentarse.
Por eso ahora, cuando la hormiga anda atareada por el monte, llevando a cuestas su carga de maíz, escucha el canto del chapulín y ella también se alegra.
Bienvenidos y bienvenidas a nuestro blog de clase. Esperamos que os guste este pequeño rincón de nuestra clase donde vamos a colocar, además de nuestros libros preferidos, muchas de las actividades que estamos realizando este curso. Además, podrás encontrar juegos, enlaces, textos, apuntes, ...
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